jueves, 4 de mayo de 2017

El cine mudo



El cine mudo:

El cine mudo es aquel cine en el que no hay sonido sincronizado (especialmente diálogos) y consiste únicamente en imágenes. La era del cine mudo duró desde 1894 hasta 1929.


La idea de combinar las imágenes con sonido grabado es casi tan antigua como la cinematografía en sí, pero hasta finales de los años 1920, la mayoría de las películas eran silentes. Este período anterior a la introducción del sonido se conoce como la "era muda" o el "período silente". Después del estreno de El cantante de jazz (1927), las películas sonoras fueron cada vez más habituales y, diez años después, el cine mudo prácticamente había desaparecido. La era del cine silente, a menudo, es referida como "La edad de la pantalla de plata".


En un informe de septiembre de 2013, la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos publicó que se cree que un 70 % de las películas mudas estadounidenses está completamente perdidas.

Características
El cine mudo es aquel que no cuenta con sonido sincronizado y consiste únicamente en imágenes, a veces acompañadas por música en directo. La calidad de estas películas, y sobre todo las de los años 1920, era extremadamente alta.
En ocasiones se añadían subtítulos o carteles para aclarar la situación a los espectadores o para mostrar conversaciones.
Se caracteriza por no haber sonido directo, debido a que no se había avanzado técnicamente en ello. Existe una gran polémica con dicho género ya que no hay sonido directo, sin embargo existe música; es musical, pero a la vez se considera mudo.

En los inicios del cine mudo el plano que predomina es el plano general por el peso del cinematógrafo.

El cine silente se valió de música instrumental propia del romanticismo para procurar que este nuevo arte fuera desde sus comienzos bien aceptado por las clases altas y aristocráticas que escuchaban aquella música. Aunque después de 1910 se alternaban música clásica y ligera.
La música en el cine mudo trataba de representar los sucesos que ocurrían en pantalla de una manera exagerada y poco sutil. Quien decidía donde aparecían estas sutilezas era el pianista o el director y en el 

mejor de los casos el pianista podía visionar la película para tener una mejor idea de dónde y cómo revisarlas.
Se solían utilizar ritmos rápidos para persecuciones, sonidos graves en momentos misteriosos y melodías románticas para escenas de amor.
El cine mudo era filmado en rollos de 35 mm, la mayoría de las películas mudas se filmó a velocidades más lentas que las películas con sonido (normalmente de 16 a 20 fotogramas por segundo frente a 24) por lo que, a menos que se apliquen técnicas especiales para mostrarlas a sus velocidades originales, pueden parecer artificialmente rápidas, lo que remarca su aspecto poco natural. No obstante, algunas películas mudas –particularmente las comedias– fueron filmadas a menor velocidad de manera intencional para así acelerar la acción.

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