Desde sus comienzos el cine intentó llegar al color. Al principio, ya en 1896, se pintaban a mano, fotograma a fotogramarse coloreaban manualmente, a veces con cuatro colores distintos. (Ver Segundo de Chomón). La tarea era ardua por el tamaño reducido de los fotogramas y porque una película normal, de menos de un minuto empleaba unos 1.000 fotogramas. Ya en 1905 Pathé acopló al proceso de coloreado medios mecánicos, por un laborioso sistema en el que, a cuatro copias originales, una por cada color, les hacía recortes, una especie de plantilla (estarcido) con ayuda de pequeñas herramientas cortantes, las partes de la imagen que corresponden al color escogido.
Cuando se superpone la plantilla así obtenida sobre la copia a colorear, sólo aparece la parte que recibirá el color. El color se aplica simplemente con ayuda de un cepillo sobre la película a colorear, a través de los orificios de la plantilla. Más tarde coloreaba por medio de pinceles giratorios las áreas del cliché que antes se habían recortado. Pintando así podían hacer cuantas copias quisieran. Este sistema de coloreado se utilizó hasta 1930.
En general se utilizaban sistemas menos complejos, el entintado, dando baños de color a secciones del film, reflejando estados de ánimo o situaciones de luz. Así se pintaba azul si la escena sucedía de noche, amarillo si era de día o rojo cuando había fuego. Se coloreaba el propio soporte película. Las partes claras de la imagen ya no aparecen blancas, sino del color escogido. El virado, otra técnica de coloreado, se realiza en el momento del revelado de la película, y que afecta a la imagen grabada. En el virado, los blancos quedan intactos, ya que el color solo se fija en las partes oscuras.Los avances más importantes y definitivos se lograron utilizando los descubrimientos de la fotografía en color, basados en la teoría de J. C. Maxwell (1871). Mediante la mezcla adecuada de rojos, azules y verdes se podían reproducir todos los demás colores. Era necesario superponer fotografías (roja, azul y verde) y proyectarlas mediante tres lámparas sobre una sola pantalla.

El procedimiento de fotografía en color Autochrome, comercializado por Louis Lumière desde 1907 es adaptado al cine con el nombre de Lumicolor, en los años treinta. Desgraciadamente, no permite obtener una imagen lo bastante fina y no tiene explotación comercial. Jacques Tati rodó así en 1947 Jour de fête, pero debió ser presentado al público en blanco y negro, al no poderse reproducir en color. Fue en 1995 cuando el film se restauraron sus colores de origen al encontrarse los primeros originales de la película.
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